Nuestra misión
AMÓS Salud y Esperanza existe para reducir las inequidades en salud por medio del empoderamiento del liderazgo local que ayuda a prevenir enfermedades y salvar vidas.
Nuestra visión

Nuestra historia
El sueño de AMÓS comenzó en 1967 con el trabajo del Dr. Gustavo Parajón, médico, misionero y pastor bautista estadounidense. Ante la abrumadora necesidad de los pueblos rurales más pobres, el Dr. Parajón comentó con frecuencia:
“En Nicaragua, un médico no debería ser solo un médico; un médico también debe ser un maestro”.
Esta visión de empoderamiento dio origen a una iniciativa integral de atención médica dedicada al desarrollo del liderazgo local. El corazón del trabajo del Dr. Parajón se centró en las comunidades mismas, enseñando a la población local a proporcionar servicios básicos de atención primaria de salud, reduciendo así drásticamente las enfermedades y muertes prevenibles.

Este enfoque en el fortalecimiento de las comunidades a través de la educación y la atención preventiva sigue vivo en AMÓS hoy.
Así, en 2007 nació un ministerio de salud y esperanza, que continuó creciendo bajo el liderazgo de otros dos de nuestros co-fundadores, Dr. David Parajón (hijo del fallecido Dr. Gustavo Parajón) y su esposa, Dra. Laura Chanchien Parajón, quienes por más de 18 años sirvieron en AMÓS como misioneros bautistas de Ministerios Internacionales.

A partir de 2020, Dr. David y Dra. Laura asumieron nuevos roles en la lucha por alcanzar el sueño de “salud para todos” en la Universidad del estado de Nuevo México, Estados Unidos, y continúan siendo miembros activos de la Junta Directiva de AMÓS.
El legado del Dr. Gustavo Parajón de fortalecimiento de las comunidades a través de la educación y la atención preventiva sigue vivo en AMÓS hoy.
Nuestros valores cristianos
En AMÓS, nuestros valores fundamentales están inspirados en el ejemplo de Jesús:





Amar al prójimo a través de colaboraciones a largo plazo: Lograr la equidad en salud es una responsabilidad compartida que no se puede lograr en un día. Vivimos el Evangelio y ponemos el amor en acción mediante la construcción de colaboraciones a largo plazo basadas en la confianza con las personas a las que servimos y aquellos que nos ayudan a servirles.
Servir a los más necesitados mediante el trabajo en comunidades vulnerables: Nuestra fe nos llama a servir en los lugares con los mayores obstáculos para acceder a la buena salud y el bienestar. Brindamos servicios de atención y educación en salud a nivel comunitario a personas que no tienen acceso a los sistemas de atención médica existentes en Nicaragua, enfocándonos en familias que viven en condiciones de gran vulnerabilidad, especialmente mujeres, niños y niñas.
Respetar a todas las personas, sin distinción: Todos somos hijos e hijas de Dios y merecemos amor y respeto. Servimos y trabajamos junto a las personas más necesitadas sin distinciones basadas en quiénes son, lo que tienen o no tienen, o en sus creencias.
Ser buenos administradores de los recursos que tenemos: Los recursos que se nos confían se dan como una bendición. Usamos estos recursos sabiamente y aprovechamos las asociaciones para lograr el mayor impacto para la mayor cantidad de personas. Documentamos todas nuestras actividades y resultados para compartir el impacto de nuestro trabajo con las comunidades, iglesias, gobiernos, individuos y otras organizaciones que ayudan a hacerlo posible.
Empoderar a las comunidades para el servicio mediante la formación de líderes locales: Las soluciones para abordar las inequidades en salud no son nuevas ni de alta tecnología. Están en manos del mayor recurso de nuestro mundo: su gente. Empoderamos a líderes locales para que utilicen las fortalezas que ya poseen para generar soluciones a necesidades urgentes e implementar intervenciones de salud que sean beneficiosas para toda la comunidad.
Trabajar por la justicia: Buscamos un mundo donde haya salud y esperanza para todas las personas – sin importar dónde nazcas y sin importar dónde vivas. Estamos comprometidos a implementar soluciones que reduzcan las inequidades en salud que afectan de manera desproporcionada a las personas viviendo en condiciones de pobreza.
Esforzarse por la excelencia: Debido a que tanto nuestro amor por nuestro prójimo, así como los desafíos que debemos superar son grandes, nos esforzamos por lograr la excelencia en todo lo que hacemos a través de las buenas prácticas basadas en evidencia, el aprendizaje y la mejora continua, y un compromiso inquebrantable con nuestros valores.