Esta semana, te invitamos a leer esta historia de esperanza sobre una familia que ha aprendido sobre crianza responsable y afectuosa mientras enfrentan la pérdida y el duelo.
La historia de esperanza de esta semana trata de Ana Carolina, una mujer que participa en el programa Crianza con Amor.
Ana Carolina tiene 29 años, es soltera y aunque no tiene hijos, cuida de dos menores de 2 y 8 años, todos los días.
Los niños a los que cuida, necesitan de su tiempo, cariño y el apoyo de sus otras dos hermanas; quienes se han encargado de cuidar a los menores desde hace dos años.
La hermana de Ana Carolina, Tania, fue captada por AMOS mientras estaba embarazada. Ella asistía a charlas educativas sobre señales de peligro durante el embarazo, cuidados necesarios para la salud de la mamá y el menor y consejos para una crianza amorosa con respeto al crecimiento integral de las y los niños.
Pese a todas las expectativas y buenos deseos de ver crecer a su nuevo bebé junto a su pequeña hija; después del parto, Tania presentó síntomas respiratorios que agravaron su salud llevándola a la muerte en el 2020.
Ese momento cambió por completo la vida de su familia, quienes aún viviendo su duelo tuvieron que asistir al hospital a traer al nuevo integrante de la familia el día que cumplía 10 días de nacido.
Posteriormente, AMOS entregó durante 3 meses alimentos a la familia para que pudieran apoyarse y a partir del primer mes del menor, las hermanas de Tania asistieron con el pequeño a la Clínica El Samaritano en Fundación AMOS, donde él recibía consultas pediátricas y medicamentos gratuitos.
Ante esta difícil situación, Ana Carolina y su familia encontraron una red de apoyo en el programa Crianza Con Amor de Fundación AMOS, ya que además de ser una oportunidad para conocer acerca de la maternidad responsable y amorosa; en ese grupo aprendieron diferentes estrategias para lidiar con su duelo y enfrentar junto a los niños ese tema al “explicarles que su mamá ya no está, ya no va a volver” según nos comentó Ana Carolina.
De la misma forma, también han podido reaccionar de mejorar manera ante enfermedades o emergencias médicas, ya que hay una persona que es parte del proyecto que “llega a la casa y nos da charlas de cómo educar a los niños y prevenir las enfermedades de diarrea y resfriado, y cómo hay que tener paciencia de no regañarlos porque aún no saben gestionar sus emociones”.
Todo esto ha servido para que Ana Carolina pueda replicar estos conocimientos con una prima que también tiene una bebé y acompañar de forma respetuosa el duelo de los dos niños de Tania, en quienes Ana ve el recuerdo de su hermana y por quienes cree, han aprendido a sobrellevar la pérdida de Tania unidos como familia.
Gracias por apoyar a familias como ésta para que sus niños y niñas puedan crecer sanos y alcanzar su potencial en el futuro.
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